ALEJANDRO MARCOVICH HABLA
DE SU SALIDA
DE CAIFANES
DE CAIFANES
Abril/2014
Marcovich en el Vive Latino 2011 |
Los problemas entre
Alejandro Marcovich y Saúl Hernández son casi legendarios: sus peleas, la
polémica por el nombre del grupo y múltiples historias que sólo ellos conocen y
que el 18 de agosto de 1995 terminaron con la banda Caifanes.
Saúl y Alejandro son
amigos, se conocen desde hace muchos años y, tras los problemas de salud del
primero, Caifanes regresó a los escenarios en el 2011, las diferencias
terminaron y pudimos ser testigos de uno de los reencuentros más emotivos en la
historia del rock latinoamericano.
Pero era inevitable que los
viejos problemas volvieran al grupo como fantasmas y así, de un día para otro,
Saúl Hernández anunció la salida de su guitarrista para que Caifanes regresara
a su alineación original.
En entrevista, Alejandro
Marcovich habla de su salida, claro, pero también de una nueva etapa en su vida
que arranca con un irreverente homenaje a Pink Floyd y el anuncio de un disco
solista donde se lanza como cantante.
—Fue sorpresiva tu salida
del grupo.
Sí, fue una decisión
unilateral que no la tomé yo ni me pidieron opinión, ni fue consensuada… pero
así se tomó y la verdad me da igual. Finalmente una cosa lleva a la otra y
ahora estoy haciendo estrictamente lo que me da la gana.
—¿Te vas contento con todo
lo que sucedió con el reencuentro de Caifanes?
Fueron dos años y medio de
gira y me la pasé increíble y creo que mis compañeros también. Logramos
conjuntar armónicamente como camaradas y músicos por medio de las canciones de
Caifanes y creo que el público también se la pasó muy bien y como reencuentro
fue bueno, pero hasta ahí.
—A pesar de no estar
físicamente, los fans te recordarán cada vez que escuchen a Caifanes.
Caifanes es un grupo pero
no, porque las canciones las compone Saúl, pero mi trabajo no fue tanto de
compositor, aunque hice algunas canciones, fue más de guitarrista.
Pero en el terreno de los
arreglos yo aporté mucho a las canciones de Saúl y les di una vida, una
identidad tan importante que hoy en día, aunque yo no esté en la banda, están
tocando mis arreglos de guitarra. Hay canciones que si no empiezan con el
arreglo que yo inventé no las reconoces, entonces es muy fuerte mi presencia y
legado en Caifanes.
—Ahora que estás fuera de
la banda, ¿cómo te sientes?
A raíz de mi separación del
grupo tengo 100% de mi tiempo como artista para dedicarme a mis cosas: el
espectáculo de Pink Floyd, dar clases, grabar uno o varios discos solistas.
Es una fortuna no estar en
este momento en Caifanes porque tengo mucho tiempo para mí.
—A pesar de tu talento,
creo que
no se te ha dado el valor
que te
mereces como músico.
¿Piensas lo mismo?
Ha habido muchos malos
entendidos, mucha manipulación mediática alrededor de mí y con Caifanes que no
son correctas. Espero que algún día las cosas se compondrán, pero lo importante
es seguir haciendo música y compartiendo lo mejor y la pasión que tengo con la
gente.
PINK FLOYD AL ESTILO
MARCOVICH
Alejandro Marcovich
interpretando Lo mejor de Pink Floyd, un espectáculo que tendrá contenido
multimedia y donde el guitarrista estará acompañado de ocho músicos (bajo,
batería, teclado, dos coristas, un cantante y saxofones) y donde espera brindar
una experiencia que quiere llevar de gira a toda la República Mexicana.
—Tocar a Pink Floyd, sin
duda,
todo un reto.
Sí, estaré acompañado de
una banda de rock que formé y donde elegí el repertorio de Pink Floyd, banda
que admiro desde hace muchos años. Me adapté a sus arreglos, pero también hice
algunos; algunas variaciones como propuesta y van a escuchar las canciones que
ya conocen con algún retoque en la armonía y melodías que se me ocurren en la
guitarra.
—¿Lo definirías como un
homenaje o una reinterpretación?
Yo digo que es un especie
de híbrido entre Pink Floyd y Alejandro Marcovich donde no voy a tocar los
solos de David Gilmour, serán mis adaptaciones e improvisaciones que voy a
injertar con prudencia y respeto, pero también con un poco de descaro.
—Entonces, la idea no es
sólo
hacer covers.
Existen bandas que hacen
tributos a Pink Floyd y tocan en bares y hay otras que hacen giras
internacionales… y para mí no tiene mucho sentido. Creo que para mis fans va a
ser interesante ver cómo me las ingenio para meterme en el mundo de Pink Floyd.
—Improvisar con Pink Floyd
es peligroso, ¿no?
Sí, pero nos vamos a
arriesgar con algunas notas y dejarnos llevar por el momento, algo que las
bandas de rock ya no hacen actualmente y vamos a improvisar según mi estilo.
—¿Qué tan complicado es
tocar igual que Gilmour?
Técnicamente los solos no
son tan complejos, el problema es la pasión, la manera en la pulsa o frasea,
vamos, es un maestro muy difícil de imitar y te repito, no es mi intención.
—Me sorprende que vayas a
cantar en el show.
Lo hago desde hace muchos
años, comencé a componer canciones en la preparatoria y las cantaba. Sé que la
gente me conoce como guitarrista, pero canto a mi manera y lo haré en el show
de Pink Floyd en algunas canciones y en mi próximo disco solista también…. es
algo que quiero dar a conocer.
—Habrá, imagino, una parte
visual en el show.
Claro, es parte de la
idiosincrasia de Pink Floyd y sin querer hacer una imitación de los íconos que
ellos usaban, voy a intentar meter, con cierta analogía, mi propia biografía de
vida. Sé que es un reto múltiple, pero me gustan los retos y a ver qué pasa con
el show Lo mejor de Pink Floyd.
Fuentes: El economista / Arte, literatura y algo más
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