POEMAS DE LASSE SÖDERBERG
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Arte, Literatura y algo más
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Poemas de Lasse Söderberg
              (Estocolmo, Suecia / 1931)


EL POZO
  
El que quiere recordar y está lleno de oscuridades tiene que estar al borde de sí mismo como al lado de un pozo

tiene que estar recostado contra el pozo con una piedra en la
mano y preguntarse qué oculta el pozo, cuán profundo es, cuan
largo penetra la luz,

y tiene, para calcular la profundidad y oscuridad, que tirar la
piedra y verla caer despacio, como reflexión, como colgada en la
oquedad hasta que la piedra encuentre la aún más indistinguible
superficie del agua

y aquel que quiere recordar ve la profundidad centellear de
repente, atrayendo la luz, volverse animada como cuando un parpado


CAMINOS

Tengo en la mano un pájaro
y no sé si está vivo:
levedad pasmosa, canto
trasmutado en cuerpo fraudulento.
El camino de los escolares era el ala
alzándose en la era de los vientos.
Mas mi camino desciende por el barranco
donde el pájaro cayó, inaudible.


LA PLUMA COMÚN

En este puerto
ha echado andas
nuestra montaña multilingüe.

¿El ángel protector? Un búho
que nos hace guiños con el ojo izquierdo.

El viento no tiene codos
pero se apoya en el ayuntamiento
como en un púlpito.

Aquí es siempre aquí
me dice mi amigo y se va.
Entiende una cerilla a medianoche
y verás otra vez incendiada
la Ciudad de Erasmo.

Un vicio poeta lejos de su patria
habla al idioma de sus antepasados.

En esta hora nocturna
los emigrantes salen
para Cosecha:  celeste.

Moja tu pluma común en el dique
Y cállate, ella hablará para ti.



EL ESQUELETO

Está en mí, lo sé, aunque él no diga nada. Pero cuando me siento, se inclina también cómodamente hacia atrás. Cuando corro, se precipita conmigo. Como una sombra interna imita cada uno de mis ademanes. Nunca me abandona y no puedo vivir sin él.
Ciego y demacrado bajo la piel, este servidor de librea me da su apoyo, silenciosamente, pero con una mueca sarcástica que sólo muestra después de la muerte. Es entonces cuando llega su hora, liberado de mí, arpa grotesca en la que toca, con dedos fríos, un agua subterránea.


HABLA EL PESCADOR

Tuve una barca que largo tiempo y con devoción me sirvió. Ella pastaba luz de estrellas en el mar y mugía alegremente cuando regresaba a casa. En torno a su linterna bullían mis pensamientos. Yo, que nada olvido, he olvidado sin embargo su camino.

Tuve una casa que resistió todos los embates del tiempo. Estaba construida con ladrillos y precaución. El brasero era su rojo corazón alrededor del cual la familia se reunía. Pero yo, que nada olvido, he olvidado dónde está ubicada.

Tuve una hija que me dio alegría tan refrescante como el agua en la maceta de barro, esa que he colocado junto a la puerta a través de la que ella pasó. Yo, que nada olvido, he olvidado su nombre.

Y entiendo que, aunque nada olvide, ahora soy yo mismo olvido.


ALGO SOBRE EL LAGARTO

1.
En el adobe
el lagarto hipnotizado:
pequeño relámpago
dormido en su funda de cuero.

2.
Acaso un puñal frío,
extraviado después del terremoto.
Si lo tocas, dicen,
cambia de color.

3.
Ojos que miran fijamente,
que miran fijamente...
Garras que se aferran,
que se aferran...

4.
Como tú mismo. Y así
-para dar sentido a la vida-
el repentino ataque,
un segundo atrapado en la lengua.


HACIA COMALA

1.
Vine a Comala donde todos estaban muertos. También los perros descarnados estaban muertos aunque los oía ladrar. El reloj de la iglesia se había parado. Por la calle desierta pasaba gente platicando como si fuera visible. Se habían quedado allí porque no tenían a dónde ir. Era mediodía. Debajo de nosotros quemaba el suelo, encima ardía el sol.

2.
Vine a Comala sin equipaje. Quizás el pueblo se llamaba de otro modo, pero no lo sé. Un nombre es viento que pasa. Estaba parado con las manos vacías debajo de un árbol seco que bien pudiera ser uno de los manzanos de mi infancia. Hacía frío. El rojo ya no existía.

3.
Vi a mi padre vestido de domingo como si estuviera yendo a un entierro. Me ofreció algo que tenía en la mano: una manzana gris cubierta de sudor frío.

4.
Sólo en la muerte alcanzamos la verdadera igualdad. Todos los muertos están emparentados. Las cenizas son gente reunida en las esquinas de la calle para dilucidar lazos de familia. Por fin atados, oigo decir el que ama al que odia. Por fin, repite el que odia al que ama. En Comala hablamos para esconder nuestra invisibilidad.

5.
Hay una muerte después de la muerte. Ocurre cuando todos nos han olvidado.



TAMBIÉN EL FUEGO ENVEJECE

                                                       A Vicente Aleixandre

También el fuego envejece.
Solo está, en su nido negro.
Solo está, con alas plegadas
y ojos ciegos, soñando
labios color tigre
y pétalos color verbo.
Ardía de amor y de olvido,
ardía altamente, y ahora
cuando está casi extinguido,
demora un rubor de ascuas
contradiciendo el infame frío.
Porque también la noche llamea.
También el corazón de la serpiente late.
También las cenizas son águilas que vuelan.


* BIOGRAFÍA DEL BARRO

1.
Soy el barro.
Viejo y arrugado,
los lustrosos músculos
hinchándoseme bajo tierra.
Si conocieseis
mi sed prodigiosa,
mi largo afán
de ser cielo.
Pero me veo atraído siempre al fondo
bajo mi propio peso.

2.
Sudo en mis grutas, camino pesadamente bajo la lluvia,
me vuelvo de espaldas al sol
estirando los mil dedos de mis pies.
Las uñas se quiebran, los tendones
se endurecen y rompen,
los lagartos hacen sus guaridas
debajo de mi lengua tiesa.
En cien años he avanzado
un sólo centímetro.
3
Y me alzo
entre dos manos.
Los dioses me alimentan de fuego
y me dan forma.
Loza, fayenza, terracota,
mayólica, azulejo:
soy oscuro,
mi historia resplandece.
Soy el barro.
De mi pesadez me levanto.


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Lasse Söderberg (Estocolmo, Suecia/ 1931). Poeta surrealista, editor y traductor de diversas lenguas, ha vivido en Malmö donde ha sido organizador y director artístico de varios eventos Internacionales de Poesía. Ha publicado más de veinte libros de poesía, así como una buena cantidad de traducciones y relatos. Entre los autores traducidos se destacan Federico García Lorca, Jorge Luis Borges y Octavio Paz.

Entre sus más recientes libros de poemas se encuentran Stenarna i Jerusalem, 2002, Breven från Artur, 2007 y Lo inconstante (2013).

Del 10 al 13 de julio de 2013, estuvo en el Encuentro Internacional de Escritores “José Revueltas” en Durango, México donde presentó su más reciente antología “Lo inconstante” publicada por la editorial "La otra” y la Universidad Autónoma de Sinaloa. La traducción del libro estuvo a cargo de la poeta colombiana  Ángela García.
           
Fuentes: Antología “Lo inconstante”, revista la otra, letras libres, prometeo et al.





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