Fuiste diferente



FUISTE DIFERENTE




Por Pablo M. Antúnez


FUISTE DIFERENTE, FORMA PARTE DE LAS CONVERSACIONES PRIVADAS DE “EL DOC Y JL”


Fragmento dedicado a Isadora Montelongo [Monterrey, N. L.]




El Doc_ Un día fuiste diferente, ¿lo recuerdas? Te encerraste en tu habitación y comenzaste a mover la cabeza como si estuvieras loco.



JL_ Sí, por supuesto que lo recuerdo Doc, mi madre me quiso echar agua bendita porque pensaba que estaba poseído por el demonio.

El Doc_ Al anochecer, pensaste que Neruda no fue un gran poeta como decía la gente.
Te quitaste la ropa, abriste la ventana de tu habitación, te subiste en una silla y gritaste:


¡A la chingada los veinte poemas y una canción desesperada!, ¡A la verga con ésos estúpidos, enfermos y cursis versos!


Nadie dudó que sufrías el ataque de un espíritu maligno.
¿Qué sabía la gente de la anarquía?,  ¿Del hard core o del heavy metal? ¿Qué sabía la gente de la rebeldía?


Hard as a rock
vivo o muerto,


Esas canciones electrizantes recorrían tus venas a toda velocidad.
Mandaste llamar a la libertad y la hiciste tuya, la poseíste, entonces fuiste tú.

Aquella noche, fuiste a visitar a tu amiga. Hablaron de libros, de música, de sexo, de nalgas, de tetas y de las diferentes posiciones y formas de copular. Ella era más grande de edad que tú, y todo pasó tan rápido que ni cuenta te diste cuando recibiste tus primeras lecciones de la carne sobre una alfombra ancha.

Más tarde, te gustó el futbol y fuiste un fanático de los dos equipos que se odian a muerte, no te importó que la gente dijera que no podías irle a esos dos equipos a la vez. Los mandaste por un tubo y los llamaste estúpidos.

Ya por la madrugada encontraste un espejo marrón debajo de tu almohada, en él viste a una criatura escupiéndole la cara a su padre. Sin duda, fue una imagen fuerte para ti, diste la vuelta e inclinaste la cabeza, no era la imagen que buscabas. También era locura, pero esta estaba vacía.


La mañana fue una niña de ojos grises para ti

Nadie entendió tu libertad, nadie.
Pero tú, tú JL, te atreviste a ser diferente.




EL ESTADO DE DERECHO

FUENTE: REVISTA DESTIEMPOS No 27 OCTUBRE-NOVIEMBRE 2010



I

¿Quién viene a beber la sangre del olvido

callada a balazos?

¿Quién viene a cosernos la bragueta

y la guerra sin fusil?



¿Quién viene a callarnos la boca

con el cuchillo redentor

de esta revolución posmoderna?



¡Calla!

No vengas

a predicar tu victoria ante nuestras tumbas.

Tu paz

duele demasiado en nuestras caras.



No vengas a tirar la boca de tu discurso

sobre nuestras hambres.

(...)

(OBRA COMPLETA EN)


http://www.destiempos.com/n27/martinez.htm

Qué fácil sería para esta mosca

[conversación 21/oct/2010]

Luis armenta malpica dice:
sí, está muy enfermo [Rubén Bonifaz]
lo acabo de ver la semana pasada
se le hizo un homenaje en el df
está muy cansado, no creo que dure mucho
es otro gran poeta
P.a.g.l.o dice:
Dios! ojalá que no se muera. Si, Un gran poeta
bueno que se muera poquito jajajaja
Luis armenta malpica dice:
Todos tenemos que morir y si está tan cansado (y enfermo), tal vez sea un descanso.
P.a.g.l.o dice:
mmm, tal vez. Ante una situación difícil, es difícil saber, cual es mejor, si seguir vivo, o dormirse mucho
Luis armenta malpica dice:
Habrá que preguntarle a don Bonifaz


DE RUBÉN BONIFAZ NUÑO



Qué fácil sería para esta mosca,
con cinco centímetros de vuelo
razonable, hallar la salida.

Pude percibirla hace tiempo,
cuando me distrajo el zumbido
de su vuelo torpe.
Desde aquel momento la miro,
y no hace otra cosa que achatarse
los ojos, con todo su peso,
contra el vidrio duro que no comprende.
En vano le abrí la ventana
y traté de guiarla con la mano;
no lo sabe, sigue combatiendo
contra el aire inmóvil, intraspasable.

Casi con placer, he sentido
que me voy muriendo; que mis asuntos
no marchan muy bien, pero marchan;
y que al fin y al cabo han de olvidarse.

Pero luego quise salir de todo,
salirme de todo, ver, conocerme,
y nada he podido; y he puesto
la frente en el vidrio de mi ventana.

¿UN ESCRITOR AUTÉNTICO O UN ESCRITOR RICO?

Fuente: periodico Primera Plana 07/2010 [El Salto, Dgo] Y A fondo [Durango, Dgo]



¿UN ESCRITOR AUTÉNTICO O UN ESCRITOR RICO?

Por Pablo M. Antúnez

Tal parece que las circunstancias de nuestra época han condenado a los jóvenes escritores o aspirantes a escritores a cualquiera de éstas dos posibilidades, ¿o tres?: Ser un escritor auténtico o ser un escritor publicable y comercializable. Aunque la aspiración de muchos es a una tercera posibilidad, es decir, las dos cosas, ser auténtico y vivir de la escritura.
Tal vez estoy siendo injusto con los que creen que debe emplearse el término “bueno” en lugar de auténtico u original, por respeto a ellos y porque no quiero ser injusto, en lo sucesivo usaré el primer término y no precisamente para referirme al segundo.
Ahora bien, para ser un buen escritor existen diferentes criterios e indicadores considerando los puntos de vista divergentes de varios autores, académicos y críticos literarios (Rovner, 2002 y De Santis, 2001, citados por Ruiz, 2005). Pero no quiero meterme en tales embrollos. Me apetece considerar solamente la originalidad como tal y la capacidad creativa y propositiva del escritor usando de base la “santa fidelidad” del propio escritor consigo mismo. Me refiero a la calidad pura del arte, ésa que convence con su propio lenguaje a pocos o a muchos, sin que sea influenciada por cualquier factor externo del escritor, tales como: Editoriales, corrientes, estilos, inclusive los propios lectores, etc., me refiero a ésa genialidad creatividad resultante del escritor cuando obedece única y exclusivamente ése deseo íntimo y puro de hacer arte con las palabras para plasmar sus ideas, sentimientos, vivencias, locuras o cualquier otra cosa.
En alguna ocasión leí por la internet a un escritor (poco conocido) que dialogaba con un amigo suyo, también escritor. El amigo decía que él, cuando escribe, no piensa en la gente que lee, a lo que el primero le contestó: Por eso tú eres un buen escritor, y yo soy un escritor rico. Con esto quiero argumentar que, muchas veces el escritor tiende a traicionarse a sí mismo cuando comienza a escribir solamente para otros, ya sea para agradar a las editoriales o al lector, o peor aún para agradar a otros escritores o a jurados.
Por otro lado, de acuerdo con Blanca Miossi (2010) resulta que para ser un escritor publicable, no basta con ser un buen escritor, que ya es de por sí difícil: «Se debe estar al día con las tendencias». Sí, señor. Las tendencias. Y no es algo que se haya implantado ahora, han existido desde que el hombre empezó a escribir para deleitar al público.
Ahora bien, vamos a ser claros, partiendo de la premisa de que todo escritor quiere ser publicado y leído por todo el mundo, algo muy natural. El asunto es: ¿Hasta qué punto es bueno o malo darle gusto a la gente y/o a las editoriales?
Aunque también sería bueno analizar otra cuestión, dónde y cuándo surge el problema, a lo mejor es cuando al escritor se le meta a la cabeza “publicar para hacer dinero o escribir para ser rico”, y esto se convierte en una obsesión, sin duda alguna el creador pierde la brújula porque pierde el placer por escribir, de alguna manera lo hace obligado porque está obedeciendo otros factores fuera de sí y consecuentemente merma la originalidad y calidad de su trabajo.
Considerando que estamos en la era de la tecnología donde existe una enorme competencia en un mundo tan complejo y a la vez reducido para el escritor, debido a la internet, las redes sociales, las revistas y libros electrónicos, que hace que existan enormes cantidades de escritores o pseudoescritores tras las mismas editoriales, los mismos agentes literarios, los mismas revistas, inclusive, los mismos lectores. Miossi considera que es aquí cuando surgen las complicaciones, porque no se trata de escribir, contratar a una editorial, publicar y ya. No. Una vez que se ha logrado la publicación: «La mayoría de los escritores desean pasar a otro estadio, empiezan a ser conscientes de que no es suficiente, es una cuestión de amor propio, orgullo personal, superación, o tan simple como probarse a sí mismo».
Entonces comienzan a corregir, quitar, agregar, romper, reescribir y finalmente llegan a un punto donde ya no saben si lo que van a publicar es para que el mundo lo disfrute, o escriben para competir.
Pregunto: ¿El escritor escribe para alguien? ¿Su esencia no es escribir para nadie? ¿Escribe por sí mismo? ¿Qué hace al escritor ser eso y no otra cosa?
Conclusión. El joven escritor de ésta época enfrenta estas dos vertientes y ciertamente cada quien elige inclinar un poco o mucho la balanza hacia cualquier lado. Y puede cambiarse esta decisión en algún momento, por que ciertamente el escritor tiene derecho a percibir un ingreso por lo que hace, por su oficio y profesión de escritor. Quizá, lo ideal sería hacer arte con las palabras con la genialidad creativa, que ése arte guste a la gente y que convenza a las editoriales ya que finalmente son éstas las responsables en gran medida para el engrandecimiento o el estancamiento de un escritor.


REFERENCIAS:

Miossi Blanca (2010) “Tendencias Literarias”, Caracas, Venezuela, 2010.
Laura Ruiz (2005) “Voces ásperas”. Las narrativas argentinas de los 90. Buenos Aires, Biblos.