Arte, literatura y algo más comparte un cuento de
Shamir Nazer Arce



MUTACIONES
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|Shamir Nazer Arce
(Durango, México)



Hilera de hormigas dibujada en pared. ¿Van o vienen? Más cerca: van. Trazo que desaparece en extremo de marco de foto y reaparece en otro. Hacia abajo serpea. Detrás de estante de madera: apartar. Hormigas alcanzan ángulo de paredes. Línea recta por quicio de ventana. Cortina: sostener. Rebasan otro ángulo de paredes. Sillón: apartar. Inflexión: abajo pequeño agujero negro. Examinar: aquí caos. Cauce de hormigas que discurren hacia dentro. Una. Una. Una... Vienen. Escrutinio en dirección opuesta. Sillón. Esquina de pieza. Quicio de ventana. Cortina. Esquina de pieza. Estante. Hacia arriba serpea. Retrato de esposa. Parábola. Librero. Libro. Página 374. Blanco.











Shamir Nazer Arce. Durango, Dgo. Es narrador. Premio IMAC 2013 en la categoría de cuento. Textos suyos aparecen en la revista Cantaletras. Ha participado en varios talleres de creación literaria  y  foros de lectura.
POEMAS DE LASSE SÖDERBERG
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Poemas de Lasse Söderberg
              (Estocolmo, Suecia / 1931)


EL POZO
  
El que quiere recordar y está lleno de oscuridades tiene que estar al borde de sí mismo como al lado de un pozo

tiene que estar recostado contra el pozo con una piedra en la
mano y preguntarse qué oculta el pozo, cuán profundo es, cuan
largo penetra la luz,

y tiene, para calcular la profundidad y oscuridad, que tirar la
piedra y verla caer despacio, como reflexión, como colgada en la
oquedad hasta que la piedra encuentre la aún más indistinguible
superficie del agua

y aquel que quiere recordar ve la profundidad centellear de
repente, atrayendo la luz, volverse animada como cuando un parpado


CAMINOS

Tengo en la mano un pájaro
y no sé si está vivo:
levedad pasmosa, canto
trasmutado en cuerpo fraudulento.
El camino de los escolares era el ala
alzándose en la era de los vientos.
Mas mi camino desciende por el barranco
donde el pájaro cayó, inaudible.


LA PLUMA COMÚN

En este puerto
ha echado andas
nuestra montaña multilingüe.

¿El ángel protector? Un búho
que nos hace guiños con el ojo izquierdo.

El viento no tiene codos
pero se apoya en el ayuntamiento
como en un púlpito.

Aquí es siempre aquí
me dice mi amigo y se va.
Entiende una cerilla a medianoche
y verás otra vez incendiada
la Ciudad de Erasmo.

Un vicio poeta lejos de su patria
habla al idioma de sus antepasados.

En esta hora nocturna
los emigrantes salen
para Cosecha:  celeste.

Moja tu pluma común en el dique
Y cállate, ella hablará para ti.



EL ESQUELETO

Está en mí, lo sé, aunque él no diga nada. Pero cuando me siento, se inclina también cómodamente hacia atrás. Cuando corro, se precipita conmigo. Como una sombra interna imita cada uno de mis ademanes. Nunca me abandona y no puedo vivir sin él.
Ciego y demacrado bajo la piel, este servidor de librea me da su apoyo, silenciosamente, pero con una mueca sarcástica que sólo muestra después de la muerte. Es entonces cuando llega su hora, liberado de mí, arpa grotesca en la que toca, con dedos fríos, un agua subterránea.


HABLA EL PESCADOR

Tuve una barca que largo tiempo y con devoción me sirvió. Ella pastaba luz de estrellas en el mar y mugía alegremente cuando regresaba a casa. En torno a su linterna bullían mis pensamientos. Yo, que nada olvido, he olvidado sin embargo su camino.

Tuve una casa que resistió todos los embates del tiempo. Estaba construida con ladrillos y precaución. El brasero era su rojo corazón alrededor del cual la familia se reunía. Pero yo, que nada olvido, he olvidado dónde está ubicada.

Tuve una hija que me dio alegría tan refrescante como el agua en la maceta de barro, esa que he colocado junto a la puerta a través de la que ella pasó. Yo, que nada olvido, he olvidado su nombre.

Y entiendo que, aunque nada olvide, ahora soy yo mismo olvido.


ALGO SOBRE EL LAGARTO

1.
En el adobe
el lagarto hipnotizado:
pequeño relámpago
dormido en su funda de cuero.

2.
Acaso un puñal frío,
extraviado después del terremoto.
Si lo tocas, dicen,
cambia de color.

3.
Ojos que miran fijamente,
que miran fijamente...
Garras que se aferran,
que se aferran...

4.
Como tú mismo. Y así
-para dar sentido a la vida-
el repentino ataque,
un segundo atrapado en la lengua.


HACIA COMALA

1.
Vine a Comala donde todos estaban muertos. También los perros descarnados estaban muertos aunque los oía ladrar. El reloj de la iglesia se había parado. Por la calle desierta pasaba gente platicando como si fuera visible. Se habían quedado allí porque no tenían a dónde ir. Era mediodía. Debajo de nosotros quemaba el suelo, encima ardía el sol.

2.
Vine a Comala sin equipaje. Quizás el pueblo se llamaba de otro modo, pero no lo sé. Un nombre es viento que pasa. Estaba parado con las manos vacías debajo de un árbol seco que bien pudiera ser uno de los manzanos de mi infancia. Hacía frío. El rojo ya no existía.

3.
Vi a mi padre vestido de domingo como si estuviera yendo a un entierro. Me ofreció algo que tenía en la mano: una manzana gris cubierta de sudor frío.

4.
Sólo en la muerte alcanzamos la verdadera igualdad. Todos los muertos están emparentados. Las cenizas son gente reunida en las esquinas de la calle para dilucidar lazos de familia. Por fin atados, oigo decir el que ama al que odia. Por fin, repite el que odia al que ama. En Comala hablamos para esconder nuestra invisibilidad.

5.
Hay una muerte después de la muerte. Ocurre cuando todos nos han olvidado.



TAMBIÉN EL FUEGO ENVEJECE

                                                       A Vicente Aleixandre

También el fuego envejece.
Solo está, en su nido negro.
Solo está, con alas plegadas
y ojos ciegos, soñando
labios color tigre
y pétalos color verbo.
Ardía de amor y de olvido,
ardía altamente, y ahora
cuando está casi extinguido,
demora un rubor de ascuas
contradiciendo el infame frío.
Porque también la noche llamea.
También el corazón de la serpiente late.
También las cenizas son águilas que vuelan.


* BIOGRAFÍA DEL BARRO

1.
Soy el barro.
Viejo y arrugado,
los lustrosos músculos
hinchándoseme bajo tierra.
Si conocieseis
mi sed prodigiosa,
mi largo afán
de ser cielo.
Pero me veo atraído siempre al fondo
bajo mi propio peso.

2.
Sudo en mis grutas, camino pesadamente bajo la lluvia,
me vuelvo de espaldas al sol
estirando los mil dedos de mis pies.
Las uñas se quiebran, los tendones
se endurecen y rompen,
los lagartos hacen sus guaridas
debajo de mi lengua tiesa.
En cien años he avanzado
un sólo centímetro.
3
Y me alzo
entre dos manos.
Los dioses me alimentan de fuego
y me dan forma.
Loza, fayenza, terracota,
mayólica, azulejo:
soy oscuro,
mi historia resplandece.
Soy el barro.
De mi pesadez me levanto.


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Lasse Söderberg (Estocolmo, Suecia/ 1931). Poeta surrealista, editor y traductor de diversas lenguas, ha vivido en Malmö donde ha sido organizador y director artístico de varios eventos Internacionales de Poesía. Ha publicado más de veinte libros de poesía, así como una buena cantidad de traducciones y relatos. Entre los autores traducidos se destacan Federico García Lorca, Jorge Luis Borges y Octavio Paz.

Entre sus más recientes libros de poemas se encuentran Stenarna i Jerusalem, 2002, Breven från Artur, 2007 y Lo inconstante (2013).

Del 10 al 13 de julio de 2013, estuvo en el Encuentro Internacional de Escritores “José Revueltas” en Durango, México donde presentó su más reciente antología “Lo inconstante” publicada por la editorial "La otra” y la Universidad Autónoma de Sinaloa. La traducción del libro estuvo a cargo de la poeta colombiana  Ángela García.
           
Fuentes: Antología “Lo inconstante”, revista la otra, letras libres, prometeo et al.





Poemas de Esther Galindo 
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Arte, literatura y algo más
comparte algunos fragmentos del libro 

"ÁRTICO" de Esther Galindo

(ICED - Mantis editores- 2012) 



Esther Galindo

Durango/México 


Tengo un par de alas que robé de mi tía muerta.
Se llamaba como los astros de luz coagulada
se llamaba como las viudas que acortan el camino
al paraíso.
Tenía seis meses cuando la lumbre del cielo
marcó los cimientos de la casa.
Nadie más la vio
descender en forma de paloma.
Yo lo hice porque el pecado original se alimentaba
de mis ojos.
El ruido que hacían sus alas era el graznido
que anuncia la muerte.
Mi abuela escondió nuestra infancia
(recibí a Dios un día de marzo)
y los que saben sacrificaron un pato en nombre del
Señor.
El hambre es la voz de los demonios.



~~~~~~~~~


La fortaleza de nuestros huesos
se refleja en los fractales del agua
en la negrura del océano
en sus babas dóciles.





II
Aquí la luz gira sin filo
es un espectro en estos espacios
mientras camina dentro mío
cuelga jardines con mi aroma.



III
No hablé del Atlántico
para llenarte los ojos
cada quién cruzó la anchura y el frío.
Cada quien con su Dios
incrustado en el cuerpo.

~~~


¿Qué fue lo que cubrió las horas?
Ceniza tal vez o mantos acuíferos de tu carne.
Vivíamos de lo mismo:
café, música, cigarros a medianoche
visitábamos muelles para ver los barcos
—y sus grandes costillas—
fugarse por el norte
adonde nos iremos a envejecer juntos
a concebir nostalgias bajo los tejados de cantera
cuando los años se arrastren sobre las cosas
que tocamos.


~~~~

Berlín es un caballo
relincha y da patadas al muro.
Nos arrastramos a los invernaderos
cancelamos tarjetas
en números rojos.
Todo lo hago en secreto, la luz es un carcoma
una tortuga ciega.
Yo tuve doce hijos de sangre opaca
podrida sangre llena de flores;
el frío es otra forma
de invadir el cuerpo, declararlo
asignarle posición dentro del mundo.
Mi madre nunca me dijo
que los caballos cuando corren
dejan la hierba mullida
y encienden las hojas con una flama
que alumbra las fauces de la noche
y aquello que arde
son hilos de humo floreciendo de la tierra.
Aquí no hay lumbre.


Una publicación de Mantis Editores 2012


CARTA EN LA QUE ORWELL EXPLICA POR QUÉ ESCRIBIÓ 1984

Traducción de Juan Pablo Carrillo


1984 es probablemente una de las novelas de inclinación política más conocidas, un poco por su adherencia al género distópico (atractivo en sí mismo), pero quizá sobre todo porque por mucho tiempo se ha recibido como una suerte de relato profético sobre un futuro al que las sociedades humanas se encaminan inevitablemente. Si bien este se encuentra ligado indeleblemente a las condiciones de su época (en especial la amenaza de la dominación totalitaria como efecto de la Segunda guerra mundial), entre sus párrafos se encuentran elementos que Orwell vislumbró como consecuencias sutiles de dicha situación, por ejemplo, la conformación de bloques supranacionales y el estado cotidiano de hipervigilancia a los ciudadanos, acaso lo más acertado en su ominoso pronóstico.
Recientemente, como parte del libro George Orwell: A Life in Letters, editado por Peter Davison, se dio a conocer una carta fechada en 1944 en la que el escritor expone una suerte de diagnóstico de su época que, a la postre, se traduciría en su célebre novela. En el documento se encuentran ya algunas de las ideas más importantes que aproximadamente tres años después Orwell volcaría en 1984 (Pijama Surf).


Aquí la carta traducida por Juan Pablo Carrillo, así como un par de notas del editor.

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Para Noel Willmett
18 de mayo de 1944
10a Mortimer Crescent NW 6 

Estimado Sr. Willmett:
Muchas gracias por su carta. Usted pregunta si el totalitarismo, el culto al líder, etc., están realmente en auge en tanto aparentemente esto mismo no sucede en este país y en Estados Unidos.
Debo decir que creo, o temo, que tomando al mundo como un todo, estas cosas van en incremento. Hitler, sin duda, pronto desaparecerá, pero solo a expensas de fortalecer a (1) Stalin, (2), los multimillonarios anglo-americanos y (3) toda suerte de pequeños führers del tipo de de Gaulle. Todos los movimientos nacionales, en todos lados, incluso aquellos nacidos como resistencia a la dominación alemana, parecen adoptar formas no democráticas para agruparse a sí mismos en torno a un führer sobrehumano (Hitler, Stalin, Salazar, Franco, Gandhi, De Valera, son todos ejemplos varios) y siguen la teoría de que el fin justifica los medios. En todas partes del mundo los movimientos parecen ir en la dirección de las economías centralizadas que pueden “funcionar” en un sentido económico pero no están organizadas democráticamente, mismas que tienden a establecer un sistema de castas. Con esto vienen los horrores del nacionalismo emocional y una tendencia a descreer de la existencia de la verdad objetiva, dado que todos los hechos tienen que encajar con las palabras y las profecías de algún führer infalible. En cierto sentido la historia ya dejó de existir: por ejemplo, ya no hay tal cosa como una historia de nuestro tiempo que pueda ser universalmente aceptada, y las ciencias exactas se encuentran amenazadas en tanto la necesidad militar deja de mantener a la gente a raya. Hitler puede decir que los judíos comenzaron la guerra y, si sobrevive, eso se convertirá en la historia oficial. No puede decir que dos y dos son cinco porque, en la práctica, digamos, en balística, dos y dos tienen que ser cuatro. Pero si sobreviene el tipo de mundo que temo, un mundo donde dos o tres súper-estados sean incapaces de conquistarse el uno al otro, dos y dos podrían ser cinco si el führer así lo desea [1]. Esa, tanto como entiendo, es la dirección en la cual nos estamos moviendo actualmente, aunque, claro, el proceso es reversible.
En cuanto a la inmunidad comparativa de Gran Bretaña y los Estados Unidos, pese a lo que los pacifistas, etc., quizá digan, aún no nos hemos vuelto totalitarios, y esto es un síntoma sumamente esperanzador. Creo muy profundamente, como expliqué en mi libro El león y el unicornio, en el pueblo inglés y su capacidad pata centralizar su economía sin destruir la libertad en el proceso. Pero debemos recordar que Gran Bretaña y Estados Unidos no lo han intentado realmente, no han conocido la derrota o el sufrimiento severo, y hay algunos malos síntomas al momento de hacer el balance de los buenos. Para empezar, hay una indiferencia general al declive de la democracia. ¿Se ha dado cuenta, por ejemplo, que nadie en Inglaterra de menos de 26 años ha votado y que según se puede entender la gran masa de población de esa edad no les importa esto? En segundo lugar está el hecho de que los intelectuales son más totalitarios al juzgar a la gente común. En términos generales la intelligentsia inglesa se ha opuesto a Hitler, pero solo a cambio de aceptar a Stalin. Muchos de ellos están perfectamente listos para los métodos dictatoriales, la policía secreta, la falsificación sistemática de la historia [2], etc., en tanto sientan que todo eso está de “nuestro” lado. De hecho, la afirmación de que en Inglaterra no tenemos un movimiento fascista significa que los jóvenes, en este momento, buscan su führer donde sea. No podemos estar seguros de que eso no cambiará, tampoco de que el común de la población no piense de aquí a diez años como ahora piensan los intelectuales. Espero [3] que no, incluso confío en que no, pero si pasa, será a costa de una lucha. Si simplemente se proclama que todo eso es por el bien y no reconoce los síntomas siniestros, solo se ayuda a acercar el totalitarismo.
Usted también pregunta: si pienso que el mundo tiende hacia el fascismo, ¿por qué no apoyo la guerra? Es una elección entre demonios —me imagino que todas las guerras lo son. Sé lo suficiente sobre el imperialismo británico como para que no me agrade, pero lo apoyaría frente al nazismo o al imperialismo japonés como el menos malévolo. Del mismo modo, apoyaría a la URSS frente a Alemania porque pienso que la URSS no puede escapar completamente de su pasado y conserva suficiente de las ideas originales de la Revolución para hacer de ello un fenómeno mucho más esperanzador que la Alemania nazi. Pienso y he pensado desde que la guerra comenzó, ahí por 1936, que nuestra causa es la mejor, pero tenemos que empeñarnos en hacerla la mejor, lo cual implica crítica constante.
Suyo sinceramente,
Geo. Orwell
[XVI, 2471, pp. 190—2; mecanografiada]

[1] Antecedente de 1984.
[2] y [3] Cf. 1984, p. 72, “Si hay esperanza, escribió Winston, esta se encuentra entre los proles”.

Fuente: pijamasurf  (http://pijamasurf.com/)
RESEÑA

AMÁRRATE A UNA ESCOBA Y ALCANZA EL CIELO

|Bejamín Gómez Ruiz

Amárrate a una escoba y alcanza el cielo nos interna en el espacio humano, demasiado humano, que se identifica en la angustia, en la pasión, en la fe, en el amor, en Dios. Nos muestra metáforas que nos permiten incrustarnos en el mundo del más allá desde un más acá bajo los ojos del ángel que acompaña al poeta en su recorrido por la vida situándole en una dimensión existencial y efímera.

Duele para el poeta ser de carne, como quien está “arrojado al mundo” sin sentido, en espera de ése Dios prometedor de felicidad eterna, del que ha nacido y al que irremediablemente debe retornar para acogerse en su regazo de seguridad y armonía total. Duele ser de carne porque el amor, la pasión y el placer que son de este mundo, se confunden y llevan al vértigo por la falta de redención divina. Duele separarse del ángel y despertar en el exilio condenado al patíbulo de la horca del placer.

El poeta se encuentra en el tejado que le inspira su musa, su monjita, que le sitúa en el espinazo de la duda frente al tiempo que transcurre y en conocimiento arrebatado por la muerte que se lleva todo e irremediablemente acoge a las almas en su eterno descanso.

La palabra lleva al poeta con linaje de locura quijotesca a encontrarse a sí mismo y a volver a su dios, a su palabra, a su verso desencadenado, libre y genial. Desprovisto de una divinidad arrebatada por el conocimiento, el poeta nos muestra su idea de dios como palabra o al revés.


Poesía simple es “amarrarse a una escoba y alcanzar el cielo”, a la escoba que barre la tierra y la toca y la siente, pero que la comunica hacia arriba, ahí donde está el ser hombre de arcilla y saliva, ahí donde se encuentra la divinidad, ahí donde la palabra del poeta nombra la realidad y dice su simple esencia desgarrada.










Benjamín Gómez Ruiz.  Es profesor investigador en la Universidad del Mar en el área de Ciencias Sociales y Humanidades.

Poema de Jesús Marín


Mientras escuchas a Pink Floyd
|Jesús Marín

Para ellas: A mi madre, a Aleída Ana y a Sarah. Por su inocencia y amor incondicional. Ojalá yo hubiera podido ser digno de ello

I

He querido regresar al hogar pero madre está muerta Y la casa ya no existe. El viejo olor a vaporub se ha ido y las tibias manos de mamá nunca volverán a curar mis desgarros. No hay un lugar en ese mundo. No existen más lugares seguros. Ni a donde ir, pertenezco al rodar, pertenezco al rodar. Pertenezco a la lluvia ácida en mi cerebro. Y las voces no dejar de gritar. Cuervos pudriendo el corazón. Algo no funciona. Nunca quise verlo. Nunca supe verlo. Tenías razón hermanita muerte: hay demasiado tiempo para morir y apenas unos instantes para vivir. He querido regresar a casa, donde un día dejé la palabra mamá, pero aquel mundo se ha ido. Vago por los filos esperando el caer del hacha, esperando muerda la serpiente. Se acabaron las risas bajo la lluvia. Y la mujer que amo pronuncia otras madrugadas. No existe más allá del desierto. Y las mentiras son el amargo sabor en la boca. No hay hogar ni dioses. Sigue rodando, el camino es largo.

IV

El abismo con fría sonrisa, con modos de falsa modestia espera en la delgada línea; lo ves crecer noche a noche,
sientes su cálido aliento musitándote tiernos versos de amor, hundirse en su oscuro orgasmo, confortablemente aturdido, confortablemente a salvo: el abismo sonríe con sus blancos colmillos, con sus ardientes clavos, con su piedad de sangre, confortablemente aturdido, confortablemente a salvo, ábrete, déjate caer, no hay otro sitio a donde ir, confortablemente aturdido, confortablemente a salvo…
X
El otro día fui a la tumba de mi madre sólo encontré tierra amarillenta y una lápida con su hermoso nombre. De mi madre, aquella mujer que me regañaba por llegar tarde a casa y me protegía de la maldad del mundo, sólo encontré una tumba abandonada. Madre no está en un panteón. Vive en el corazón de su hijo, se conserva hermosa y pura, Como en aquellos días cuando era niño Y era el centro de su corazón. Le dejé el ramo de flores, le leí un poema que le había escrito. Y sé que desde algún lugar, Ella sigue orgullosa de su único hijo, aunque sea un perro de la calle, sea el mayor de los jodidos. Así son las madres del mundo. Son amor y luz que jamás se extingue. Madre no es una tumba .Madre es rosa florecida en mí.

XII
Para Aleída
Yo quisiera nunca haberte dejado haber sido el hombre que tú necesitabas, ahora que no estás y vives tan lejos de mi vida, te recuerdo como una de las pocas cosas que han valido la pena, yo hubiera querido no ser tan ciego y hubiera querido no ser tan idiotamente terco. Ahora sí puedo decírtelo ninguna mujer me ha vuelto a mirar como tú, con esa fe ciega que conmueve ,ojalá hubiera podido hacer algo más que provocar tu callado reproche ni ver como la tristeza manchaba tus ojos y no seguir habitando este desierto, que por segundo de eternidad se iluminó contigo. Hoy me queda tu ausencia que como grillo me pía por las noches, me hace ver que el amor está muy lejano y me dejo llevar por el oleaje esperando que el grillo deje de cantar y te escucho en mi corazón.

XIII

Necesitaba oír tu voz Sarah. tranquila, todo está bien, tengo cerveza suficiente para esta noche me vendría bien un abrazo tuyo, dormir en tu vientre, acurrucado como cuando era un crío, lo sé, ya no hay tiempo para nosotros, tienes una vida y un empleo, hay que pagar las cuentas y la comida de cada día; a mí me bastaban tus besos y el milagro de verte desnuda. No me hagas caso, son las tres de la mañana y debes dormir, mañana tienes que llevar a tu hija a la escuela, perdona, es que no puedo superarte, necesitaba que lo supieras, como si no te repitiera desde hace años. Vuelve a dormir, prometo no volver a molestarte, tanto te lo he jurado y siempre acabo buscándote entre la niebla, mirando tus pasos alejándote, duerme Sarah, desde acá, en esta parte del naufragio aun sigo encendiendo veladoras por tu regreso…

Roba más de 800 libros en su búsqueda por hallar el sentido de la vida 


|Javier Barros Del Villar

La naturaleza y los libros pertenecen a aquel que los mira.


Ralph Waldo Emerson


¿Terrorismo poético? ¿estética ontología criminal? ¿sofisticado cinismo? Difícil responder a estas interrogantes. Lo que sabemos con certeza es que en China se registró recientemente un peculiar caso de robo de libros. A lo largo de seis meses un joven de la la provincia de Nanjing, se dedicó a extraer ilegalmente de una librería, más de 800 ejemplares. 


Alarmado ante la sistemática merma de su inventario, el propietario del establecimiento reportó el fenómeno a la policía local, quienes tras unos días de vigilancia encubierta, detectaron que un joven que visitaba con frecuencia la librería, llegaba montado en una bicicleta con la canasta vacía y cuando salía esta estaba ya repleta de libros. 


Una vez detenido, el joven, a quien simplemente se ha identificado como el “Sr Lee”, confesó haber robado más de 800 libros desde el pasado febrero. Todos los ejemplares que extraía, entre los que se incluían libros de ciencia, historia, poesía, y filosofía, eran íntegramente leídos y posteriormente vendidos –al parecer el dinero que resultaba de sus transacciones de segunda mano le ayudaba a solventar sus gastos cotidianos. 


Pero lo peculiar del caso, y a mi juicio un tanto genial –en caso de que su justificación sea sincera–, es queal ser cuestionado por la policía sobre el motivo de tan inusual conducta, el Sr Lee aseguró:


“No podía comprender el sentido de mi existencia. Y tenía la esperanza de encontrar la respuesta en las páginas de estos libros”


Finalmente, añadió que no había logrado su cometido, ya que a pesar de haber devorado cientos de libros, su sabiduría existencial no había experimentado un gran avance.


Además de ser un caso por demás simpático, tiene un par de aspectos particularmente interesantes: por un lado podría ser una especie de parábola, ilustrando la fallida búsqueda de ‘la esencia de las cosas’ por medio de la razón. Pero también nos remite al post-relativismo ético, pues nos invita a cuestionarnos sobre si sería justo considerar las acciones de Lee como un crimen –asumiendo que dice la verdad.


Complementariamente, nos ofrece la posibilidad de entregarnos a extravagantes especulaciones, por ejemplo: ¿qué faltó a Lee en su búsqueda por entender su existencia? ¿eligió mal los títulos? o por el contrario ¿se iluminó y no se ha dado cuenta aún? ¿le faltó algo así como ‘leer con el corazón’? ¿cómo repercutirán sus acciones en su curriculum kármico?


Más allá de las respuestas probables, y de que en principio el robar no es algo loable, no puedo dejar de pensar que ojalá hubiera más ladrones de libros y menos de los otros.



Fuente: Pijamasurf

(Poema)




Fragmentos del libro “Amárrate a una escoba y alcanza el cielo” (Universidad Juárez de Durango, 2013)

|Pablo M. Antúnez


a

un paraíso
se desdobla en mi cara
            su mirada me recuerda que soy forastero
            de sus huertos  milenarios

en ocasiones
para la arcilla
      Dios
es un niño pequeño que juega
con las piedras de sus manos
y la tierra de sus árboles
b

a veces
mi ángel me esparce
a orillas de las aguas
a veces olvida
que de carne es mi brazo

yo comienzo a disolverme
mi ángel regresa
                                      y llora
con sus lágrimas
me convoca a levantar
                            y después

me guarda en su pequeño bolso celestial

g

mi ángel me guía
fuera de un licor ardiente
con una vara viva

mis ojos arden 
y danzo con la bestia 
amarrada en mi caricia

e

eva
es otra reina     
               [reina del calvario]
y trepa quedito
los templos de adán

eva se postra
frente al árbol del conocimiento
con sus ojos de calidoscopio [muy abiertos]
ella cubre de caricias
la piel arcillosa de adán
trepada en la rama del árbol
cuyos frutos ya no son apetecibles
ni para el reptil juzgado


z
la serpiente
                 plaga sin remedio
                 para las arterias de polvo
                 que entre la sangre se arrastra 
es otra bestia
taladrando el hueso deshabitado del cordero
que "el semejante" arrastra entre los dientes de la fe


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